En Senegal, un proyecto global, co-construido con agricultores

Mansour Ndiaye, Director Ejecutivo de Afrique verte et fertile (África Verde y Fértil), en agrosilvicultura, está detrás de la reintroducción de la agrosilvicultura en Senegal y del uso de los llamados árboles “fertilitarios” para frenar el empobrecimiento del suelo y de las poblaciones agrícolas. Ha diseñado varios planes de desarrollo agroforestal en Senegal y es experto en combinar cultivos con árboles “fertilitarios”, frutas y plantas medicinales. Desarrolla una agricultura ecológica y sostenible para restaurar los ecosistemas naturales y garantizar la seguridad alimentaria. En este marco, está creando dos casas piloto de Artemisia, en Podor, al norte de Senegal, y en Kolda, al sur, para proteger a los agricultores de la malaria y mejorar su salud. Entrevista.

 

¿Cómo se involucró en la agrosilvicultura y, más ampliamente, en este proyecto con África Verde y Fértil?

Soy un agricultor convencional arrepentido. Durante veinticinco años, como funcionario, contribuí a destruir el medio ambiente. Cuando me di cuenta, cambié de rumbo y quise reparar lo que había contribuido a destruir. 

En los años 60 y 70, Senegal era todavía muy verde, con densos bosques, lluvia durante cinco meses al año y ricos pastos. Las familias campesinas vivían de sus actividades. Después, como en el resto de África Occidental, a partir de los años 70 y 80, nuestros suelos se empobrecieron considerablemente, debido al uso de abonos inorgánicos, pesticidas químicos y cultivos industriales, incluso en las zonas boscosas. Cada día perdemos 123 hectáreas de bosque, las precipitaciones han disminuido un 40% en 30 años, el 66% de nuestras reservas de tierras agrícolas se han degradado, las capas freáticas están bajo mínimos, el desierto gana terreno y las temperaturas aumentan. Los ingresos de los agricultores se hunden y el país se enfrenta a un éxodo rural de sus jóvenes agricultores.

La eliminación de los árboles del paisaje agrícola es en gran parte responsable de esta tragedia. Hemos tenido que reaccionar y cambiar nuestras prácticas. Pero no inventamos nada, sino que reintrodujimos la agrosilvicultura, una práctica agrícola ancestral que había caído en el olvido.

¿En qué consiste esta práctica?

En el pasado, los agricultores trabajaban entre los árboles y obtenían buenos rendimientos agrícolas. La agrosilvicultura permite reparar la fertilidad del suelo restaurando el bosque natural y también bajar las temperaturas. Pero es una carrera contrarreloj, hay que plantar árboles y hay que actuar rápido. Utilizamos árboles leguminosos, que crecen rápidamente y restauran la fertilidad del suelo en tres años. Implicamos a los agricultores en todo el proceso de transformación de la agricultura, y nuestro enfoque es participativo. Nuestros beneficiarios son las explotaciones familiares, porque son el motor del desarrollo de la agricultura en Senegal. El 80% de la seguridad alimentaria del país depende de estas explotaciones familiares, por lo que es esencial implicarlas y darles un sentido de la responsabilidad si queremos obtener resultados. Nuestro papel es apoyarles.

¿Por qué poner en marcha estas dos Casas de la Artemisia, piloto,  en el marco de este proyecto global?

En 2018, recibí formación sobre el cultivo y tratamiento de la Artemisia en la Casa de la Artemisia de Tivaouane (Senegal). En el sur del país, las precipitaciones son elevadas, lo que provoca una gran incidencia de zancudos y muchos casos de malaria y bilharzia. También en el norte la malaria hace estragos, esta vez debido a la presencia del río Senegal y sus afluentes. Las personas que trabajan en estas explotaciones familiares enferman con frecuencia, lo que provoca un elevado absentismo. Así que tenía sentido desarrollar el conocimiento y el cultivo de la Artemisia en estas zonas, muy dañadas por la agricultura química y en las que trabajamos para desarrollar la agrosilvicultura. Queríamos poner en marcha un proyecto global que repercutiera en todos los aspectos de la vida de la población local, desde el cambio de las prácticas agrícolas hasta la mejora de su salud. Por eso pusimos en marcha estos dos proyectos piloto en abril de 2023. La población local está muy entusiasmada; se han dado cuenta de que la Artemisia aumentará su mano de obra y de que habrá menos enfermos de malaria.

¿Cómo trabaja en estas dos Casas de la Artemisia?

Trabajo con tres colegas. Uno se dedica a la Casa de la Artemisia en Podor, el otro a la de Kolda, y un tercero se desplaza conmigo. Desde junio, estamos sensibilizando y formando a la gente en agroforestería y cultivo de Artemisia. Vamos a los pueblos a conocer a las familias campesinas y construimos con ellas todo el proyecto. Compramos las plantas y supervisamos el cultivo. Tenemos previsto plantar 30.000 árboles en 2023 y 20.000 en 2024. Ya hemos plantado 22.000. De momento, las cosas van según lo previsto.

Hemos formado a seis agricultores en la región norte y a otros seis en la región sur dentro de la asociación Relais (Relevo). Así que son doce personas en total, que en realidad representan a doce familias, que luego regresaron a sus regiones para sensibilizar y formar a sus comunidades. Pronto crearemos dos viveros de Artemisia.

Para 2023-2024, hemos previsto 1 hectárea de huerta de Artemisia/gombo en cada estructura, luego añadiremos mijo o sorgo en los años siguientes. Prevemos cosechar 3 ó 3,5 toneladas de Artemisia por cada Casa de la Artemisia. Nuestra ambición es desarrollar este modelo en toda la red. Para 2025, queremos tener diez viveros de Artemisia en diez pueblos diferentes. Pero es una decisión que tendremos que tomar todos juntos continuando la co-construcción de este proyecto con los campesinos.

A este respecto, me gustaría rendir homenaje al considerable apoyo técnico prestado por la Maison de l’Artemisia France mediante la visita de uno de sus miembros, Darling Guidigan, a Senegal a principios de noviembre. Su visita permitió consolidar los conocimientos adquiridos por los agricultores de las dos Casas de la Artemisia locales y los miembros del equipo de AVF, en particular sobre el cultivo de la Artemisia y su utilización en el tratamiento y la prevención de la malaria y la bilharzia…